Carta pedagógica
17-abril-2024
El arte es belleza y la belleza salvará al mundo…
Palabras que escuche en un encuentro de arte para la infancia en el 2019, palabras que me hacen estar hoy aquí sentada.
Cuando estaba en grado once sentí la presión por ¿Qué hacer en un futuro? Llegaban esos test vocacionales donde respondías 100 preguntas sobre distintos temas para saber en qué serias "buena" sorprendentemente salía que debería irme por la rama de las ciencias exactas, quizá si les hubiera hecho caso sería administradora de empresas o ingeniera.
Al final escuche a mi padre quien me decía que en la vida uno tiene que hacer lo que le gusta…
Pase por un proceso muy largo para identificar que me gustaba y en que podría aportar a los demás, sentí siempre la necesidad desde pequeña de llegar a las personas y dejar huella. En ese proceso de reconocerme entre a estudiar a pedagogía infantil y la pasión por enseñar se transformó llegando más allá de un gusto; la responsabilidad que conlleva la pedagogía transciende el simple hecho de transmitir conocimientos, te involucras con otras personas, realidades, contextos, subjetividades y en ese encuentro con el otro te puedes desencontrar contigo mismo, ya no es solo enseñar y acompañar, es aprender, desaprender, una labor muy hermosa.
No pude seguir estudiando pedagogía infantil porque en ese momento llevaba algunas cargas externas, sin embargo una de las últimas actividades a las que asistí fue aquel encuentro de arte para la infancia en el centro memoria y reconciliación donde mi alma se conmovió al ver a antropólogos, pedagogos, artistas todos trabajando por nuestras infancias, apasionados por un aquí y un ahora que nos permita un futuro digno, aquel encuentro de arte me permitió verme y observar donde estoy y hacia donde me puedo mover para enseñar y aprender, desde el amor, desde la pasión, desde esos posibles tejidos que construimos en colectivo y por los que transitamos a lo largo de nuestra vida.
Escribo esta carta a aquellas orientadoras de escuelas, a aquellos padres y estudiantes que tienen en la mano un futuro incierto.